Hershel Cream

Él no hace nada.
Eso es lo peor.
Se pasea por la casa como si nada.
Como si no supiera.
Como si no le importara.
Dejando un rastro de culpa.

Ayer nos busco.
Nos sentó en la mesa, como quien piensa decir algo importante.
Tenemos problemas… dijo
Las cosas empeoran.
En este pueblo la economía se esta acabando.
Se reía.
Esa risa sin dientes.
Esa carcajada inmunda que muerde el aire,
que no suelta nada mas que malicia.

Él es un buen hombre.
Es apuesto a pesar de su edad.
Se caso a los trece años y desde entonces se dedico a la finca.
Siempre huele bien.
Siempre.
Es lo único en esta casa que le pertenece.
Lo demás, todo es de Amelia.

A veces llega antes que él.
Como si quisiera dar un aviso.
Un olor suave, pero imponente.
Sándalo, cedro, cardamomo.

Hermoso.
Insoportable.

Después de la cena nos sirvió vino.
Siempre amable, nos tomaba en sus brazos con un ternura repugnante.
Nos queria cerca, nos queria juntos.

Amelia dice que no siente nada por él.
Yo tampoco.
Le decimos mentiras que se han vuelto costumbres.
Nos amamos en silencio.
Un amor cansado y asfixiado.

Y él sigue ahí.
Con ese olor a violeta y cuero fino.
Perfumando la casa justo antes de entrar.
Iris, papiro y ámbar dulce.

Nos ha encontrado en las situaciones mas comprometedoras.
Y nunca dice nada.
Tampoco decimos nada.

Es como si él fuera ese pedazo que nos une.
Como si su aroma fuera ese momento de éxtasis que nos hace falta.

Antes de levantarse y dejarnos solos una vez mas, dijo: no te preocupes muchacho, a donde sea que vayamos, tu vendrás con nosotros.

Essence inspired by Layton — an unforgettable scent for confident souls.